Cuando Iria dejó de pelearse con su banco
Iria llegó a nosotros en marzo de 2024 con tres tarjetas al límite y un Excel que no abría desde enero. Diseñadora freelance, ingresos irregulares, cero paciencia para planillas complicadas.
"Lo primero que me dijeron fue: olvídate de controlar cada euro. Eso me sorprendió. Pensaba que me iban a poner deberes imposibles."
En lugar de eso, construimos un sistema de tres niveles: gastos fijos, bolsa flexible y fondo de emergencia. Nada del otro mundo. Pero en julio ya había pagado una tarjeta completa y por primera vez en años durmió sin despertarse pensando en números rojos. No le cambió la vida de la noche a la mañana, pero sí le quitó esa angustia constante del pecho.